Cierre del proyecto revista- exposiciones y algo más.




                              Sembrando Futuro

Esta revista es el reflejo de un camino compartido, donde cada experiencia, palabra y sonrisa sembró amor, respeto y esperanza. “Sembrando Futuro” resume el proceso vivido en el proyecto “Floreciendo Juntos, Dejamos Huellas”, en el que nuestros niños, niñas y sus familias aprendieron que cuidar, crear, convivir, disfrutar y soñar también es florecer.

Cada página deja testimonio del amor, la dedicación y el compromiso de una comunidad educativa que cree en el poder de sembrar para ver crecer.    




 Vivir la experiencia, valorar el proceso

Este año, en el grado transición, continuamos una experiencia que floreció en cada rincón de nuestra escuela: el proyecto “Floreciendo Juntos, Dejamos Huellas.”
Cada actividad fue una oportunidad para explorar, cuidar, crear y aprender en comunidad. Los niños descubrieron que sembrar una planta es también sembrar amor, respeto y esperanza.
Más que un producto final, este proyecto fue una vivencia llena de aprendizajes, emociones y huellas que permanecerán en el corazón de todos.


                                                  Exploramos y soñamos juntos

Todo comenzó con la curiosidad de los niños por las plantas, las mariposas y las flores del jardín escolar. Con sus preguntas, miradas y descubrimientos, surgió el deseo de transformar el entorno y cuidarlo con amor: “Isaías Gamboa, un espacio saludable.”

Durante esta primera fase, los niños observaron, exploraron y compartieron ideas sobre cómo transformar la zona de los juegos. Entre conversaciones, dibujos y juegos, expresaron lo que sabían y lo que querían hacer para lograrlo.
Esta etapa nos permitió reconocer sus intereses, escuchar sus voces y acompañarlos en un proceso de indagación lleno de asombro. Cada pregunta fue una semilla que despertó el deseo por aprender y cuidar la vida.

Entre preguntas y sonrisas ¿Por qué las plantas tienen espinas?  Porque les crecen / Para pinchar/ Para que no las toquen y se puedan salvar por sus chuzos.

¿Qué pasa si no regamos las plantas?  Se marchitan / se dañan y se mueren.


    "  Explorar fue el primer paso para soñar juntos el jardín que hoy florece con sus huellas"

 

 

        Manos a la tierra, dejamos huellas

Con entusiasmo y curiosidad, los niños pasaron de soñar a actuar. Llegó el momento de investigar, planear y preparar la tierra, sembrar semillas, donar plantas y cuidarlas con amor. Las manos pequeñas se llenaron de tierra, pero también de alegría, cooperación y esperanza.

Durante esta fase, aprendieron que cada planta necesita tiempo, cuidado y constancia para crecer, al igual que ellos y sus sueños. Día a día observaron los cambios, regaron, registraron y compartieron lo que descubren, comprendiendo que la naturaleza responde al cariño y la paciencia.

Sembrar se convirtió en un acto de unión: todos aportaron algo, todos dejaron su huella.
Cada semilla sembrada fue una promesa de vida y una huella de aprendizaje que floreció con amor.

Aprendieron a cuidar, a valorar y a disfrutar lo que construyen con amor. Hoy nuestra escuela luce más colorida, más viva y llena de huellas que no se borran.


Arte, ritmo y tradición: nuestras raíces florecen

El sonido de tambores y marimbas llenó la escuela de alegría. Los niños exploraron los ritmos, colores y sabores de nuestras tradiciones, descubriendo que el arte y la cultura también florecen en cada uno de nosotros.
A través de la danza, los cantos y las narraciones, conocieron la riqueza cultural de nuestro país, valorando la diversidad que nos une y nos identifica. Cada ensayo fue una fiesta, cada paso una historia y cada sonrisa una huella de orgullo por nuestras raíces.


 

                                       Opiniones y Conclusiones.

Los niños y niñas opinan que les gusto mucho sembrar semillas, aprender a cuidarlas y ver sus flores y colores, trabajar con sus compañeros y que sus familias ayudaran.

Nuestros hij@s Saben cuidar las plantas y los animalitos que llegan a la escuela y a la casa, reconocen que son parte de nuestra vida, que necesitan cuidados y amor como todos los seres vivos. “todos necesitamos cuidados para florecer como una hermosa flor” Dicen Marian y su familia

   

Gracias por florecer

Cada momento vivido en este proyecto fue una semilla de amor, aprendizaje y esperanza. Nuestros niños descubrieron el valor de cuidar la vida, de trabajar en equipo y de transformar con sus manos lo que les rodea.
A las familias, gracias por acompañar con alegría, paciencia y compromiso cada paso de este camino. Su apoyo hizo posible que el sueño de un jardín vivo y colorido se hiciera realidad.

Nuestro pequeño vivero se convirtió en un espacio de encuentro, donde germinaron no solo plantas, sino también la curiosidad, la responsabilidad y el cariño por la naturaleza. Allí los niños aprendieron que cuidar una planta es también cuidar de sí mismos y de los demás.




Los niños y las niñas comparten con alegría el gesto simbólico de obsequiar nuevas semillas, representando sus procesos de aprendizaje con sus trabajos, fotografías y narraciones, evidenciando como cada uno sembro no solo en el jardin, sino también en su interior y en el de sus compañeros, cada huella que dejan y cada semilla que comparten representa amor, responsabilidad, crecimiento, esperanza y nuevos comienzos


mensajes de las familias.

La semilla de girasol es el alimento predilecto de periquitos y loras, que bueno que llegan hasta el jardín y las pueden  observar. 
Eso los hace conscientes de su propio desarrollo y crecimiento, de la paciencia y de la responsabilidad de cuidar lo que emprendemos en la vida, esas son enseñanzas aprendidas con la vigencia y el acompañamiento, eso no se les olvida, a veces hasta quisiera tener más espacio para ampliar actividades con ellos, muy bonito y ejemplar trabajo.👏👏🙏 Los felicito a todos.

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